La catarsis de Blackberry
Descolgada un año más, Blackberry ha vivido en 2013 su particular catarsis. Después de anunciar su venta, el fabricante de teléfonos móviles frenó la operación, destituyó al grueso de su equipo directivo y dio un giro para tratar de salvar la marca. Alejaba así los rumores que apuntaban a que Facebook, Qualcomm o Google se habían interesado en la compra. La que fuera compañía referencia en los móviles de empresa y altamente valorada por su nivel de seguridad ha aceptadouna inyección de 1.000 millones de dólares mediante la emisión de bonos convertibles para tratar de dibujar un nuevo rumbo en solitario. La empresa canadiense es junto con Nokia el mejor ejemplo defalta de adaptación a la llegada de los «smartphones», derrotados sin contemplación ante Samsung y Apple.
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